Mi visita a la Expo de Dubái me confirma que la Sostenibilidad, entendida como vivir con intensidad el presente de forma respetuosa con las siguientes generaciones, es un camino sin retorno. Estas son mis principales observaciones:
- Las grandes transformaciones del mundo son impulsadas por los ciudadanos. Los miles de mensajes espontáneos de solidaridad con Ucrania en su pabellón son una buena muestra de la fuerza del espíritu colectivo.
- He visto pocas referencias a las consecuencias del cambio climático, lo que interpreto como un signo positivo: el diagnóstico está aceptado e interiorizado, ahora toca actuar.
- Algunos países ya integran genuinamente la Sostenibilidad en su estrategia. Un buen ejemplo es Países Bajos, que impulsa la aplicación de tecnologías descarbonizadoras de forma coordinada y transversal en distintos sectores. Su lema: “Water is food, food is energy, energy is life”.
- Otros países consideran que la inversión en petróleo, gas y recursos naturales es un pilar de su desarrollo. La transición energética tendrá distintas velocidades.
- Gestionar responsablemente el agua y no desperdiciar alimentos son los principales retos circulares. Combinar mentalidad e innovación es la solución.
De forma consecuente con esta revolución imparable, las empresas necesitan incorporar principios de Sostenibilidad para ser viables en el futuro:
- Líderes comprometidos y generosos. Egocentrismo y Sostenibilidad son conceptos antagónicos. En el nuevo escenario, la calidad de los directivos se evaluará de forma más completa, incluyendo aspectos como la competitividad futura del negocio y el impacto social de su gestión.
- Modelos de negocio responsables. Las empresas más competitivas combinarán beneficio económico y social, sin que sea posible diferenciar una dimensión de la otra. Gestionar las emisiones es una condición necesaria pero no suficiente.
- Protagonismo de la persona. Colaboradores, clientes y proveedores se asociarán e implicarán emocionalmente con las Empresas Sostenibles para mejorar la sociedad a través de su trabajo. Se trata de vivir la empresa, no de sobrevivir en ella.
- Colaboración con mayúscula. Las nuevas cadenas de valor serán más complejas y circulares, ampliando su alcance a todas las actividades ligadas a la descarbonización, como la agroalimentaria y la forestal. Los actuales compartimentos estancos sectoriales darán paso a alianzas estratégicas entre administraciones, negocios con distintos perfiles, sociedad civil y financiadores.
El énfasis en la Sostenibilidad es una oportunidad para reforzar el papel de la empresa como agente de cambio y motor económico y social.